La situación ante la que nos encontramos los educadores, tanto formales como no formales, con el problema del bullying, es muy compleja.Tenemos que poner todo de nuestra parte para solucionarlo, porque si no atajamos el problema a tiempo las consecuencias pueden ser graves.
¿Quién no ha sido víctima alguna vez? ¿Quién no ha visto como maltrataban a un compañero? Puedes hacer dos cosas, unirte a la mayoría para que no la tomen contigo (eso lo hacen los cobardes), o puedes defender a tu compañero poniéndote de su lado, si la mayoría tomaría esa actitud, no existiría el bullying.
A algunos no les ponen las cosas muy fáciles. Yo creo que no se dan cuenta del daño que pueden hacer, buscan un defecto y se “ceban”, insultan y humillan. Todos juntos son muy fuertes pero por separado son unos cobardes. Lo mejor que se puede hacer es intentar alejarse lo más posible de las personas conflictivas, pero si eso no fuera posible tener muy claro que uno no se merece lo que le están haciendo, nadie tiene derecho a humillar a un compañero por el mero hecho de divertirse.
La víctima tiene que entender que el problema no es suyo, no tiene que sentirse culpable ni torpe, porque los que tienen el problema son los agresores. Lo más importante es ser fuerte, pero se necesita ayuda. Por eso, cuanto más informados estemos todos, mejor serán las relaciones.
Algunos padres incurren en el error de pensar que con mandar a los hijos al colegio ya cumplen. Cuando les llaman para contarles que sus hijos no se han comportado bien, se molestan, les disculpan todo y no hacen nada por evitar que sean agresivos, mal educados, etc. Yo recomendaría a padres que no han sabido educar a sus hijos informarse sobre este tema, y comenzar a tomar soluciones.
A algunos no les ponen las cosas muy fáciles. Yo creo que no se dan cuenta del daño que pueden hacer, buscan un defecto y se “ceban”, insultan y humillan. Todos juntos son muy fuertes pero por separado son unos cobardes. Lo mejor que se puede hacer es intentar alejarse lo más posible de las personas conflictivas, pero si eso no fuera posible tener muy claro que uno no se merece lo que le están haciendo, nadie tiene derecho a humillar a un compañero por el mero hecho de divertirse.
La víctima tiene que entender que el problema no es suyo, no tiene que sentirse culpable ni torpe, porque los que tienen el problema son los agresores. Lo más importante es ser fuerte, pero se necesita ayuda. Por eso, cuanto más informados estemos todos, mejor serán las relaciones.
Algunos padres incurren en el error de pensar que con mandar a los hijos al colegio ya cumplen. Cuando les llaman para contarles que sus hijos no se han comportado bien, se molestan, les disculpan todo y no hacen nada por evitar que sean agresivos, mal educados, etc. Yo recomendaría a padres que no han sabido educar a sus hijos informarse sobre este tema, y comenzar a tomar soluciones.
Ojala que los programas que está llevando a cabo el Departamento de Educación sirvan para algo, que no se queden en bonitas palabras y buenas intenciones. Comunicación entre familias y educadores, eso suena bien, lo que hace falta es que se lleve a cabo. Es muy triste que tengan que ocurrir casos como el de Jokin (el adolescente que se suicidó) para que todo el mundo se empiece a preocupar y a tomarse muy en serio este problema. Pero si entre todos podemos evitar el sufrimiento de alguien más, habrá servido para algo.
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